martes, 3 de enero de 2017

Trumpistán


Trumpistán

Genaro Lozano

03 Ene. 2017


CORTINA D'AMPEZZO.- En 17 días termina la era Obama e inicia la era Trump y el contraste se sentirá desde los primeros minutos de los próximos cuatro años. De la pulcritud intelectual, la paciencia reflexiva y la decencia del primer afroamericano en llegar a la Casa Blanca, pasaremos a la oscura ignorancia, el instante de la urgencia y la indecencia del primer multimillonario en tomar por asalto el Poder Ejecutivo. Las consecuencias para Estados Unidos y para el mundo serán funestas.

Paul Krugman, premio Nobel de Economía y columnista del New York Times, alerta sobre la era de Trumpistán. El inicio de un gobierno de cuates multimillonarios, de conflictos de interés, peculado y de una corrupción rampante. Las consecuencias para el sistema político y la economía estadounidenses serán terribles, pero sus efectos contagiarán a los presidentes latinoamericanos, que frente a Obama al menos simulaban. Con Trump en la Presidencia, la sociedad civil mexicana deberá combatir el que no normalicemos nuevas casas blancas o escándalos de conflictos de interés del gobierno de Peña Nieto. Lo mismo para los demás países latinoamericanos. Trumpistán impulsará el Mirreinato latinoamericano.

En la reunión de embajadores y cónsules de la próxima semana, la canciller mandará el mensaje público de que tiene todo bajo control y que la red de consulados redoblará esfuerzos para atender a nuestros connacionales, pero sin el presupuesto que se necesita para esa titánica tarea. De la renegociación del TLCAN, prometida por Trump, habrá que tocar otras puertas, porque al parecer el tema no será de la Cancillería, sino de Economía y Hacienda. No hay más. El relevo en la SRE tiene que darse este mes, Trumpistán no permitirá que le demos chance a Ruiz Massieu, a quien o le quedó enorme el cargo o tuvo a un equipo de enemigos en comunicación social y de plano no supo #Rompersuslímites, por parafrasear el mensaje automotivacional de la mujer que también parece aspirante presidencial del PRI. Son tiempos de hubris.

Más allá de Norteamérica, el inicio de Trumpistán afectará al sistema de Naciones Unidas. EU tiene una relación esquizofrénica con la ONU. Nació de la mente de uno de sus presidentes y su esposa, pero a lo largo de sus ya siete décadas de existencia los estadounidenses no saben qué hacer con el organismo internacional: lo odian y lo aman. Bajo Trumpistán, el unilateralismo estadounidense revivirá. La impaciencia con la diplomacia multilateral que el mundo experimentó bajo George W. Bush, se convertirá en la irresponsabilidad en tiempo real. Nikki Haley, la propuesta de Trump como representante de EU ante la ONU, perderá el tiempo excusándose por los tuits de su jefe y esperando a que éste le tome la llamada cuando se esté discutiendo la crisis de Siria en el Consejo de Seguridad.

Trumpistán también golpeará a Europa. La incómoda alianza entre Francia, Gran Bretaña y Alemania para contener la influencia de Putinistán, ahora enfrentará el torbellino del bromance entre Trump y Putin. Los valores de Monet, Beethoven y los padres fundadores de la unidad de una Europa liberal, democrática, generosa y plural serán enterrados por el nuevo orden bipolar que se tejerá entre Washington DC y Moscú. Vienen tiempos oscuros para el orden internacional. La Alemania de Angela Merkel y la Francia de Francois Hollande pueden tener los días contados.

Son tiempos de resistencia a partir del 20 de enero. La esperanza está en la hoy adormecida, pero siempre vibrante, sociedad civil estadounidense. En las mujeres que marcharán contra Trumpistán, en organizaciones como ACLU, en las ciudades estadounidenses que desde ya se declaran santuario para migrantes, en el cambio demográfico que para el 2020 podría despertar del letargo y sacar a Trump y a los republicanos del poder. Son tiempos de nostalgia prematura. Bienvenidos a Trumpistán.



@genarolozano

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