lunes, 8 de abril de 2019

PLANETA FUTURO -El genocidio de Ruanda, en la mirada de un maestro de la fotografía18 fotos



El 7 de abril se cumplen 25 años de una matanza que costó la vida a 800.000 personas en diez días. Presentamos una serie histórica de fotos del archivo de MSF y de Sebastião Salgado, algunas inéditas en los medios de comunicación, que documenta los esfuerzos por asistir a una población desprotegida en los momentos más críticos del exterminio





SEBASTIAO SALGADO | J.C. TOMASI | X. LA SALLE


6 ABR 2019 - 00:01 CEST

GENOCIDIO RUANDA
El genocidio de Ruanda, en la mirada de un maestro de la fotografía18 fotos

El 7 de abril se cumplen 25 años de una matanza que costó la vida a 800.000 personas en diez días. Presentamos una serie histórica de fotos del archivo de MSF y de Sebastião Salgado, algunas inéditas en los medios de comunicación, que documenta los esfuerzos por asistir a una población desprotegida en los momentos más críticos del exterminio
SEBASTIAO SALGADO | J.C. TOMASI | X. LA SALLE
6 ABR 2019 - 00:01 CEST

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1Abril de 1994. Salida al aeropuerto de Kigali de los primeros equipos del Comité Internacional de la Cruz Roja y de Médicos Sin Fronteras, evacuados después de tres semanas de misión médica en la capital ruandesa. Este 7 de abril se cumplen 25 años de una matanza que costó la vida a 800.000 personas en diez días. Esta serie histórica del archivo de MSF, con fotos de Sebastião Salgado hasta hoy inéditas, documenta los esfuerzos por asistir a una población desprotegida en los momentos más críticos del exterminio.XAVIER LASSALLE


2El 13 de abril de 1994, una misión quirúrgica de emergencia de MSF y CICR parte en convoy desde Bujumbura en Burundi, para llegar a Kigali, donde unos días antes había comenzado el genocidio de los tutsis ruandeses. En cuestión de horas, un orfanato se convierte en un hospital de campaña y los primeros pacientes llegan la misma noche en que llega el equipo. Los equipos de MSF se turnaron para operar en cooperación con el hospital del CICR que se convertirá en las siguientes semanas en un refugio para los supervivientes de las masacres, hasta la llegada del FPR a principios de junio.XAVIER LASSALLE


3Abril de 1994. Un paciente herido y su hermano que lo acompaña llegan al hospital MSF-CICR en Kigali, capital de Ruanda. A pesar de las intensas conversaciones con el coronel a cargo del área donde se encontraba el hospital, el equipo de MSF no pudo convencerlo para que tolerara la presencia del acompañante en el hospital y tuvo que pedirle que se fuera. Fue asesinado a 100 metros del hospital.MDB MSF



4En julio de 1994, entre 600.000 y 1.000.000 refugiados ruandeses llegaron a las regiones de Goma y Bukavu en el Kivu del antiguo Zaire. En Goma, los refugiados se dividen principalmente en tres campamentos: Kibumba, Katale y Mugumga. Con calor, falta de agua, alimentos y el brote simultáneo de una epidemia de cólera y disentería, decenas de miles de refugiados encontraron la muerte.SEBASTIÃO SALGADO CONTACTO



5En julio ya había más de 13.000 muertes, con altísimas tasas de mortalidad por día en Goma. MSF trabajaba principalmente en dos ejes: el manejo de las epidemias de cólera y disentería, y el suministro de agua potable. También se puso en marcha un programa de apoyo al orfanato.SEBASTIÃO SALGADO CONTACTO


6Área de distribución de alimentos, a pocos kilómetros del campamento de refugiados ruandés en Kibumba. Goma, antiguo Zaire. 1994.SEBASTIÃO SALGADO CONTACTO


7Antes fueron los tutsis los que huían de la muerte, y ahora lo hacen los hutus. Miles de personas escapaban del avance del Frente Patriótico Ruandés (FPR), de mayoría tutsi, hacia la ciudad congolesa de Goma, al oeste de Ruanda. Unos 350.000 refugiados llegaron en esos días a la ciudad.SEBASTIÃO SALGADO CONTACTO

8El puesto fronterizo de Goma recibe miles de refugiados hutus que pasan a Zaire huyendo de las tropas del Frente Patriótico Ruandés. En esta ciudad a orillas del lago Kivu murieron decenas de miles de ellos de cólera.SEBASTIÃO SALGADO CONTACTO

9Refugiados ruandeses esperan en filas para la distribución de agua en 1994, cerca del campamento de Kibumba. Goma, Zaire.SEBASTIÃO SALGADO CONTACTO

10Tres niños acogidos en el orfanato junto al hospital que había en el campamento número uno de Kibumba. Goma, Zaire. 1994.SEBASTIÃO SALGADO CONTACTO
11Los refugiados ruandeses llegan agotados cerca de la aldea de Kisesa. Región de Kisangani, en el antiguo Zaire, en 1997.SEBASTIÃO SALGADO CONTACTO
12Desde octubre de 1994 quedó claro que la voluntad del Gobierno de Ruanda era cerrar los campos de desplazados, pues representaban una amenaza de desestabilización. En enero de 1995, los únicos campamentos que quedaban eran aquellos al sur de la ciudad de Gikongoro. En abril de 1995, el Gobierno decidió el cierre precipitado de los últimos campamentos de desplazados. Los de Kibeho (110.000 acogidos en abril de 1995), Kamana (25.000), Ndago (40.000) y Munini (25.000) fueron rodeados por el ejército durante la noche del 18 al 19 de abril. En Kibeho hubo pánico y se produjo masacre el día 22 de abril.MDB MSF

13En 22 de abril de 1995, 10 meses después del final del genocidio, mas de 5.000 refugiados hutus fueron asesinados en el campo de refugiados de Kibeho, en lo que se conoce como la mayor matanza ocurrida en Ruanda desde el final de la guerra civil que acabó con la vida de un millón de personas.MDB MSF
14Kibeho era un campamento de refugiados internos en el sur de Ruanda en el que se hacinaban entre 80.000 y 100.000 hutus. Aquí se realizo la mayor masacre desde el final del genocidio. Las autoridades del gobierno ruandés anunciaron, el 17 de abril de 1995, que todos los campamentos de la provincia serían cerrados de inmediato.MDB MSF
15Enero 1997. Decenas de miles de refugiados hutus ruandeses, de Goma y Bukavu, huyen de los rebeldes congoleses de Laurent-Desire Kabila. Han estado escondidos en el monte durante los cinco meses previos. Exhaustos, hambrientos, esperando regresar a Ruanda, se encontraron en medio de una nueva pesadilla. Habían residido en campamentos en 1994, cuando huyeron de su país por temor a represalias. Los combates entre las fuerzas de Mobutu y Kabila obligaron a la mayoría de los refugiados ruandeses a regresar a sus hogares en otoño de 96, pero unos 350.000 de ellos fueron abandonados en el duro Zaire oriental, en el campo de batalla.SEBASTIÃO SALGADO CONTACTO
16Diciembre 1996. En el pueblo de Biaro, la Cruz Roja de Zaire está presente (traída por los rebeldes de Kabila, que quieren asegurarse de que los cuerpos sean enterrados lo más rápido posible, por temor a la epidemia de tifus) hacen un recuento de todos los huérfanos: más de 1000 niños. Están alineados a lo largo de las vías del tren. Son hijos de refugiados hutus.SEBASTIÃO SALGADO CONTACTO
17Miles de personas trataron de refugiarse en las iglesias a las que iban a rezar cada domingo. Solo en el templo de Ntarama 5.000 personas fueron aniquiladas la mañana del lunes 11 de abril. Esta foto y la siguiente muestran el resultado de esa masacre.JUAN CARLOS TOMASI MSF
18La milicia Interahamwe de radicales hutus, que llevaron a cabo casi todas las matanzas, atacaron pueblos y aldeas de la zona de Bugueseda con palos y machetes. Un poco más tarde, los habitantes escucharon una gran cantidad de disparos. Los soldados habían llegado a la ciudad.JUAN CARLOS TOMASI MSF

Sinestesia provocada por The Blaze, también en CEREMONIA 2019

4 ABR 2019/ DANIELA ANGUIANO


El tan esperado festival Ceremonia GNP está por ofrecer su séptima edición con actos desde Aphex Twin y Massive Attack, hasta talento mexicano emergente como AQUIHAYAQUIHAY y Tessa IA. Todo un bufete musical que el público tendrá que escoger sabiamente para poder deleitar sus oídos. Sin embargo, deleitar los oídos no es lo más importante, sino lograr fusionar todos los sentidos y crear un todo.

Dicho objetivo puede lograrse fácilmente con los encargados de cerrar el festival; directo desde París Francia, los primos Guillaume y Jonathan Alric mejor conocidos como The Blaze. Dúo que tras publicar su EP debut ‘Territory’ en 2017, nos dejaron claro el concepto de su proyecto: lograr que la audiencia se deje llevar a través de la música e imágenes para experimentar nuevas emociones; pues no sólo son unos increíbles músicos, sino que también son cineastas que han logrado alejarse de los estereotipos de la música electrónica al crear un imaginario visual.
The Blaze en Coachella 2018. Imagen: Youtube


The Blaze en Coachella 2018. Imagen: Youtube

Las piezas audiovisuales del dúo plasman la diversidad, donde en palabras de Guillaume y Jonathan nos dicen: “Grabamos a personas que no vemos con frecuencia en la pantalla y que normalmente están estereotipadas. Lo que tratamos de transmitir en nuestras historias, es despertar el sentir de la humanidad dentro de todos nosotros”.

Su set en vivo consiste en ofrecer visuales que cautiven la vista del espectador, traen un concepto de ‘salir’ de un cubo de pantallas con la idea de proyectar imágenes de otros artistas que están ligados a su música. Ellos inician el set ‘escondidos’ para que el público no necesariamente esté centrado en ellos.

CEREMONIA 2019, MASSIVE ATTACK









MASSIVE ATTACK NO SE MOSTRÓ INDIFERENTE A
LA PROBLEMÁTICA DE MÉXICO EN CEREMONIA 2019



El trip hop es un estilo surgido en los 90 que usa el hip hop pero sin rap y sin ira. Sus exponentes no son carismáticos y de hecho, sus sonidos están hechos para escucharse con audífonos. Este género conserva vestigios del hip hop pero su destreza técnica es mucho más compleja. Anoche, Massive Attack -considerados como los inventores del trip hop- se presentó en nuestro país después de cinco años para saldar una deuda con sus fans desde 2014… y de qué manera.

Entonces, con todo este contexto, estas fueron las dos cosas clave que hicieron el show de Massive Attack en Ceremonia 2019 un evento único e inolvidable.




Visuales

Tal vez esta es la parte más principal que debemos tocar en este texto pues, como mencionamos,el trip hop es algo mucho más relajado, no es violento. Sin embargo anoche, en el concierto de Massive Attack, las palabras que veíamos en las pantallas eran duras, directas, mordaces. Escrita en español, el show inició con: “En memoria de los desaparecidos”, para después ser seguida de “Crear dispositivos inteligentes”, “Votan a los demócratas y votan dos veces o muchas”, “Aceptar”, “Unirse”, “Estar de acuerdo”, “Seguir”, “Compartir”…

Como si fueran balas que atravesaban nuestros ojos, todas y cada una de estas frases y palabras se quedaban en el alma. La música era excelsa, no tenía ni un solo fallo. Todo se escuchaba perfectamente bien afinado. Desde los samples loopeados, hasta los efectos prolongados de la guitarra con ayuda de los pedales, las dos baterías perfectamente sincronizadas o bien, el juego de voces que hacía Robert Del Naja ‘3D’; todo generaba un silencio entre el público que terminaba en mera contemplación.



Foto: Elizabeth Cacho

Pero la palabra no es la única forma de expresarse, también están las imágenes, aquellas que durante años la publicidad y el mismo sistema han metido en nuestra cabeza, como si fueran ya parte de nuestra vida diaria. Aquí Massive eligió muy bien cuáles serían, y qué mejor que las de las organizaciones que rigen tanto nuestro país como el mundo. Por eso es que mientras sonaba “United Snakes” vimos los logos del PAN, PRI, PRD, Partido Verde, UNICEF, ONU…

Es importante mencionar que el responsable de todo esto es Adam Curtis, un documentalista y escritor británico bastante reconocido en Reino Unido que decidió colaborar con Massive Attack para crear una historia y denuncia, en este caso, de las situaciones que acomplejan tanto a México como a América misma. Por eso es que también vimos imágenes distorsionadas de Donald Trump pegada con la frase de “Construye el muro”, “Paga el muro”.






Colaboraciones

Tal como lo habían prometido, Massive Attack trajo consigo a sus colaboradores más grandes. El primero de ellos fue Horace Andy, una leyenda del reggae que a sus 67 años mantiene una voz única, con efectos impresionantes en los ecos y que le da ese mood de tranquilidad a canciones como “Girl I Love You” y “Angel”, pero que al mismo tiempo las prolongó con guitarras envolventes.

Entre cada colaboración, Massive se tomaba su tiempo para empezar una canción, buscaba que todo fuera perfecto e incluso, hacía que las ovaciones terminaran en un silencio sepulcral para contemplar la magia del escenario. En ese lapso, entre la gente, se escuchaban aplausos y expresiones como “Son geniales”, “¡Maestros”, “¡Está muy cabrón!”. Y claro, los pioneros del trip hop, con una carrera de casi 30 años estaban ofreciendo uno de los mejores shows del año e incluso, para que no los haya visto antes, de la vida.




Posteriormente llegaron Young Fathers, una banda escocesa que en 2014 ganó el Mercury Prize y que ahora prestaron sus voces para “Vodoo In My Blood” y “Wake Up Here”. Al igual que Horace, ellos manejaban sus voces, jugaban con ellas a su antojo, y detrás estaban 3D y Grant Marshal ‘Daddy G’ moviendo los sintetizadores y tornamesas.

Con algunas frases en español, 3D interactuó con el público pero también, para introducir a su tercer invitado de la noche, que sería Deborah Miller, que igualmente, como sus predecesores, interpretó dos temas: “Save From Harm” y “Unfinished Sympathy”.



Foto: Elizabeth Cacho

Esta fue tal vez la aparición más esperada de la noche: el momento en que Liz Fraser apareció a escena para hacerse cargo de “Teardrop”, una canción oscura y prolongada que entre la penumbra y con una audiencia completamente entregada, mostró el singular timbre de voz de Fraser.

Nadie dejaba de moverse cadenciosamente. Algunos cantaban, otros simplemente admiraban. La noche le pertenecía completamente a Massive Attack, a su música y a su manera tan peculiar de marcar a sus fans a través de un acto en vivo que fue la excepción para México. Así que para generar más desconcierto, después de “Teardrop” -canción que fue parte del encore-, rápidamente apareció un video, tributo, crítica social y comercial de Adidas con la canción “Levels” de Avicii. ¿Una manera poética y sutil de rendirle tributo a un exponente de la música que se suicidó recientemente? ¿O acaso es una crítica social hacia la mercadotecnia o las nuevas formas de consumo de la música?

Después de una larga pausa, llegó el cierre del concierto de la forma más perfecta posible. “Group Four”, un tema lento, psicodélico y contemplativo a cargo de la voz de Fraser que, de nueva cuenta, sumió a todos con su voz tenue.






Conclusión

En esta ocasión no hubo covers -excepto por lo de Avicii, claro-, pero una vez más, Massive Attack demostró que está más que consciente de de los movimientos sociales, políticos y militares tanto de México como del mundo. Su set estuvo completamente cargado de oscuridad, impacto visual y auditivo gracias a una ejecución impecable, marcada por transiciones pausadas a través de luces apagadas y contadas interacciones con el público.

Con esto, Massive Attack probó que su show es un acto valiente, único, que a pesar de que sus sonidos están diseñados a escucharse con audífonos, presenciar su técnica en vivo es un momento único e irrepetible. Por eso, hoy podemos decir que esas ganas que quedaron en todos nosotros desde 2014 están más que saciadas… y de qué manera.



Foto: Elizabeth Cacho
Setlist

Take It There
United Snakes
Girl I Love You (con Horace Andy)
Future Proof
Inertia Creeps
Voodoo in My Blood (con Young Fathers)
Way Up Here (con Young Fathers)
Angel (con Horace Andy)
Safe From Harm (con Deborah Miller)
Unfinished Sympathy (con Deborah Miller)

Encore:

Teardrop (con Elizabeth Fraser)
Levels (Avicii cover)

Un día más con vida- Muestra 66 Cineteca Internacioal de Cine



Un día más con vida


Polonia-España-Bélgica-Hungría-Alemania | 2018 | 85 min.



Título Original: Jeszcze dzien zycia Director: Raúl de la Fuente y Damian Nenow, basados en el libro homónimo de Ryszard Kapuscinski Guión: Raúl de la Fuente y Amaia Remírez, en colaboración con Damian Nenow, David Weber y Niall Johnson Fotografía: Color Dir. Fotografía: Raúl de la Fuente y Gorka Gómez Andreu [fotografía], Piotr Zyla y Miklós Varga [supervisión de animación] Música original: Mikel Salas Edición: Raúl de la Fuente Productor: Amaia Remírez, Jarek Sawko y Ole Wendorff-Ostergaard Compañía distribuidora: Indie Sales Compañía productora: Platige Films, Kanaki Films



En 1975, el periodista Ryszard Kapuscinski viajó a Angola, uno de los campos de batalla a la sombra de la Guerra Fría. La situación de esa nación devastada por la guerra y las personas que conoce durante su odisea de tres meses, cambiaron sus ideales de vida. Basada en el libro homónimo publicado en 1976, Un día más con vida mezcla secuencias de animación que recrean el viaje del reportero polaco por el país africano con imágenes de archivo y entrevistas a sobrevivientes, lo que permite explorar el paisaje de un conflicto bélico que todavía resuena a más de 40 años. El filme resulta un poético ensayo documental sobre la fuerza de la memoria y el trabajo periodístico.